Por Erdem Büyüksagis Professor at Yeditepe University (Türkiye)

A pesar de su potencial para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por enfermedades neurológicas, mejorar la calidad del trabajo mientras se monitorean las operaciones comerciales, y ayudar al comercio electrónico en su esfuerzo por satisfacer las necesidades y preferencias individuales de los consumidores, diversas aplicaciones neurotecnológicas - incluyendo la identificación, codificación y manipulación - también podrían causar la violación de derechos humanos y libertades fundamentales, crear riesgos en torno a la privacidad, llevar a la discriminación, infringir el derecho a la autodeterminación y dañar la cohesión social.
En Turquía, no existe un régimen específico de neuroderechos. Una de las preguntas más apremiantes es si el marco legal existente es suficiente para proteger contra las posibles externalidades negativas planteadas por la neurotecnología, o si es necesario expandir los derechos existentes para proteger la salud mental y la privacidad. Para abordar este tema, sería apropiado definir los riesgos relacionados con el proceso de decodificación cerebral y compararlos con los riesgos ya contemplados en las leyes existentes que cubren un vasto ámbito en el que los productos o aplicaciones neurotecnológicas entran en juego.